Los niños necesitan una relación estable con un adulto cariñoso que les ayude a sentirse seguros para expresar sus emociones, responda emocionalmente, y sea un modelo de empatía. Un adulto que marque las expectativas, motive las habilidades sociales, y cree oportunidades para resolver problemas. Este tipo de apego enriquecedor es crucial para el desarrollo social y emocional de un niño.
Estas son dos maneras de ayudar:
Acorta la distancia
Conecta a familias con recursos para ayudarles a desarrollar las habilidades sociales y emocionales de sus niños. Estos pueden ser juguetes, juegos, o libros, grupos de juego o clases de crianza, o consejos de salud mental, dependiendo de las necesidades de la familia.
Recuerda un modelo a seguir
Pídele a los papás o a la persona que cuida a los niños que piensen en un adulto que los hizo sentir cuidados y queridos cuando eran niños. Pregúntales qué hizo que esa relación fuera importante y cómo se relacionaban con ese adulto. Ayúdalos a descubrir cómo pueden crear interacciones positivas, como las que vivieron con esa persona a la relación con sus propios niños.